Colisión

Te acostumbran todas las noches con la misma canción y un día

te cambian la melodía.

It's not enough

Not enough.

Se imaginarán pues mi inquietud.

Lo miro.
Y me zambullo en el agua negra, profunda, helada y exquisita del instante fuera del tiempo.

ODIO

Los silbidos, el sonido que hace alguna gente con los dedos al pasar páginas, los coches, que 9 cosas de las 10 que coja se me caigan, cuidarme, contar demasiado de mí, las cruces, la gente que escribe alternando mayúsculas y minúsculas, sacar los cables de los enchufes, los pies, los pelos caídos que rondan por el suelo, la expresión ok, responder con un gracias si me alagan, los autobuses repletos, el respaldo de mi silla, los pelos de gato en la ropa, el tacto de la pana, que me miren demasiado tiempo, el ruido de los camiones de basura, las órdenes, la arena en los zapatos, cuando la tinta de un rotulador está casi acabada, mi cumpleaños, fin de año y todas esas fechas en las que te obligan a ser feliz.

La mala suerte es como el oído musical. Se tiene o no se tiene.

El futuro, el futuro es como una gran sala de espera, como una gran estación con bancos y corrientes de aire; y detrás de los critales un montón de gente que pasa corriendo, sin verme, tienen prisa, cogen trenes o taxis, tienen un sitio a donde ir, alguien con quien encontrarse; y yo me quedo sentada esperando,

- ¿Qué espera?

- Que me ocurra algo.

Buenos días Princesa

Creo que el mundo me despierta con su cara amable, con un Buenos días Princesa, sé feliz.

Te da la sensación que las personas han contraído una epidemia de simpatía, que el sol brilla más, o menos, que más da, pero por fin es perfecto.

Parece que guardaste en el cajón esa sonrisa despeinada para dibujarte una sonrisa permanente y una mirada menos gris.

No sabes si eres tu, si es el mundo, ellos, el aire, el sol o el fin del mundo.

Pero si sabes que es una de estas veces que te dan ganas de gritar: qué maravillosa es la vida.

Y quizás seas tú.

Uno, dos, y.

Que más da si bien o si mal. Podrías quedarte escuchando el sonido de un continuo tic-tac, perder el tiempo buscando a qué mirar, intentando no pensar, puedes no arriesgarte, puedes seguir siendo una cobarde, como siempre lo fuiste, puedes desaprovechar las oportunidades, esconderte una vez más de la realidad, evitando las miradas, dejando a la vista media sonrisa, jugar al despistar, al si, pero no, dar un paso adelante y dos atrás pero también, podrías empezar por dejarte llevar.